miércoles, 16 de mayo de 2007

Galopante...

Cabalgando a Cronos

2000

37cm x 54cm

Tinta china y gouache sobre papel

Tomado de: merche.org/web_imagenes/riding_chronos_zoom.jpg



Y una vez en el camino, cuando giré mi cuerpo para verte galopante con la cabellera al viento, pensé que la palabra era amor. Pero era sólo una de las tantas que te abrían el camino a la pasión... una de miles; como el sonido de una cascada y de un cuerpo agitado por el verso, el adjetivo y el verbo. ¡Palabras que suenan y resuenan! ¡palabras que renacen y se mueren para ser resucitadas en tu sexo y en mi dolor!

domingo, 6 de mayo de 2007

Loca

A Camille

En algún lugar se encuentran todas esas cosas que no he dicho, en algún lugar van quedando, no salen se adensan y acumulan en mi pecho, en mis desvaríos, en mi locura: Son mi locura. Son lo negado de tan urgente e inmediato de tan denso, de tan ajeno. Son todo lo que no son, palabras, mudas, mudas de tanto evitarlas.

No las reconozco, las niego, las evito, las despojo de poder, las oculto.

Amo desde un lugar sucio y de torva visión. Amo desde un lugar que no reconozco como propio. Amo con recelo, con desgaste, con cansancio y llanto, por este mal amor que me sabe a repetición, que me sabe a soledad, de tal soledad que me voy muriendo. Y muere también el deseo de comprender este amargo gusto en los labios... en espera de tus besos, en espera de tus caricias, en espera de tu presencia que se extingue en otras bocas, en otros labios que no son los míos: Labios, manos, besos que tal vez ni siquiera existen pero presumo anhelas.



martes, 1 de mayo de 2007

Mis manos vacías…


Te las ofrezco, mis manos vacías. Esas que se agotaron de amor y lujuria, esas que están en espera de un cuerpo tembloroso que guarde un alma profunda. Te ofrezco el deseo que de ellas emana, para que el día se convierta en noche y amanecer en compañía.

Mis manos te esperan aunque no te hayan reconocido, o conocido, o explorado, o descubierto. No tengo idea de ti, ni paradigmas, ni estereotipos, sólo sé que mis manos te esperan sin desespero y que ahora mismo, te las ofrezco para llenarlas contigo, y por eso están vacías.